Obra completa para órgano vol I

Es bienvenida la aparición de este primer volumen de las obras para órgano del compositor Manuel Castillo, tanto por la excelente calidad de las mismas, como por la aportación que supone este legado a la producción organística del siglo XX en nuestro país. Manuel Castillo, fueû en palabras Tomás Marcoû ôel compositor español de su generación que con mayor asiduidad, y también con mayor calidad, se ha acercado al mundo del órganoö. Su primera obra, la Suite para órgano está dedicada a Federico Sopeña y compuesta en 1956. Es en realidad una obra para armonio, sin pedal obligado y escrita en dos pentagramas. La edición y estreno de la versión organística estuvo a cargo de José Enrique Ayarra en 1980. Elevación fue escrita en 1957. Con una manifiesta influencia francesa, fue también originalmente para armonio y adaptada por Manuel Castillo al gran órgano, pensando en el órgano catedralicio sevillano. En 1960 escribe la Fantasía «Hi accipient», serie de variaciones sobre una antífona gregoriana que, por su ropaje armónico y su riqueza imaginativa, constituye una obra de cierto interés. Con la divulgación de estas obras tenemos la oportunidad de conocer, estudiar e interpretar unas obras del repertorio español del siglo XX, comparables por su técnica organística y su calidad artística con las mejores producciones de otras escuelas europeas.